16 abril 2014
Descalza
Hace tiempo dejé mis zapatos abandonados... cargaban con demasiado peso, estaban demasiado viejos...
pero una se acostumbra a llevarlos puestos y se olvida de la sensación que produce ir descalza y sentir las olas del mar en los pies y la humeda hierba...sentir el calor de la madera, la primera sensación de frio al sacarlos de la cama y ponerlos sobre el suelo...todo eso con zapatos muere.
Decidí emprender un nuevo camino y aventurarme, deje volar la cometa del pasado al viento y experimentar la sensación de vivir con los ojos más abiertos, para esquivar las piedras y los cristales que puedan dañar mi fina piel.
Ahora ya no busco la horma de mi zapato...ahora simplemente he encontrado a mi pie desclazo.
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