Cuentan tus labios que la magia no existe, que todo es un truco,
que cada movimiento de varita forma parte del espectáculo y no te
culpo, todo lo contrario, te entiendo:
Cómo van tus labios a creer en la magia, si tú jamás podrás besarte.
Cómo voy a convencerte de que la mejor ilusión que he presenciado tiene que ver con verte dormir y acariciarte, envidiando al mismo tiempo lo que puedas estar soñando.
Tengo un sombrero del que quizás no pueda nunca sacar un conejo blanco, sin embargo,
puedo sacar una poesía eterna que nunca llegue a silencio, pues mis versos empiezan
cada vez que tú sonríes.
Cómo van tus labios a creer en la magia, si tú jamás podrás besarte.
Cómo voy a convencerte de que la mejor ilusión que he presenciado tiene que ver con verte dormir y acariciarte, envidiando al mismo tiempo lo que puedas estar soñando.
Tengo un sombrero del que quizás no pueda nunca sacar un conejo blanco, sin embargo,
puedo sacar una poesía eterna que nunca llegue a silencio, pues mis versos empiezan
cada vez que tú sonríes.
Quizás, tampoco sea capaz de sacar de mi
manga un pañuelo de colores infinito, pero tengo toda una baraja llena
de ases y en tu mano mi mejor carta.
Nunca he sabido hacer que una moneda desaparezca de mis manos para luego hacerla aparecer detrás de tu oreja...pero al oído, soy capaz de contarte las mejores historias susurradas con tal de conseguir que sigas soñando.
Cómo no voy a creer en la magia si con solo mirarme consigues volcar todas mis fantasías para luego contártelas y quien sabe si algún día hacerlas realidad.
Nunca he sabido hacer que una moneda desaparezca de mis manos para luego hacerla aparecer detrás de tu oreja...pero al oído, soy capaz de contarte las mejores historias susurradas con tal de conseguir que sigas soñando.
Cómo no voy a creer en la magia si con solo mirarme consigues volcar todas mis fantasías para luego contártelas y quien sabe si algún día hacerlas realidad.
Una vez leí que había un mago capaz de hacer
aparecer un castillo con tan solo chasquear los dedos,
Desde ese momento, pensé que jamás conocería a nadie capaz de superar su magia:
...luego te conocí a ti.
Desde ese momento, pensé que jamás conocería a nadie capaz de superar su magia:
...luego te conocí a ti.
(escuchando la Banda sonora de Amelie)