Jaula del alma

Vuela con el vaivén del que ni se va ni se queda...algunas noches encuentra su nido en mi corazón, pasa los días de verano...luego vuela cuando llega el frío, sus alas expertas siempre traen caricias nuevas, arropan mis alas temblorosas cuando he pasado todo el día volando junto a las estrellas...
Me llaman loca porque me basta verlo desde aquí cuando miro hacia el cielo... le abruma sentir que vive enjaulado en mi cuerpo... por eso le dejo ir y venir, no aprieto, el sabe de sobra el camino de vuelta... vuela con el vaivén del que ni se va ni se queda...pero siempre regresa porque vive en una jaula con la puerta abierta.

A quemarropa

Vivir a quemarropa...andar desnuda... que la belleza del cuerpo no sea mas que el holograma del alma... Abrir los brazos dejando el pecho al descubierto, escribir versos de desamor en los pliegues de tu cama. Que una franqueza extrema me haga desconfiar, gritar un yo lo puedo y caer arrodillada...perderle el temor a las palabras, sacar de esta garganta ese te quiero atragantado... cruzar lineas de no retorno.

Ser consecuente con las consecuencias, masticar una derrota y alzar bandera blanca.

Firmar una tregua. Quedarme sentada. 

Porque a veces no hacer nada cuando las cosas no se ven claras también es una acción...

No hubo y no habrá...no hay nada aquí ya. De quién este cielo es...de quién? Aire soy y al aire... el viento no... Que sin tí soy nadie... sin tí yo no.

Son...

Son tus palabras... mágicas, transparentes, llenas de verdad... tú verdad, que me elevan y me hacen volar para columpiarme en la luna del cielo de tus labios.
Son tus palabras las que, sin yo quererlo, me suprimen la realidad... mi realidad, a la que intento aferrarme sin éxito para no caer una vez más en el abismo eterno y profundo de tus ojos.
Son tus palabras, melodía única en mis oídos, las que erizan mi piel a extremos enfermizos... las que cantan canciones inéditas a mi alma.
Son tus palabras y mis sentidos.
Es tu boca y mis labios.
Son tus ojos y los míos.
Sin mi tu si, sin ti... yo no...

Cuando me arrojas las palabras

 Yo sueño siempre aquellas noches
de la inconducta liberada
donde el instinto prevalece
... sobre el pudor y la cordura.

Yo sueño siempre rutilantes
olas de manos sin cadenas
marea activa de caricias
que ponen fuego en las penumbras

Yo sueño siempre esos desiertos
donde te esparces como arena
y soy el viento que te sopla
moldeándote sin miramientos

Yo sueño a veces esas noches
en que no existen los silencios
en que me arrojas las palabras
para inventarte en unos versos.

El Dolor

Mis ojos como un banco de datos...
El dolor, simplificado, siempre deja su huella en la mirada.
Siempre deja en los ojos el rastro de que existió.
Y aguarda silencioso, sin necesitar palabras para entenderlo, allí donde pocos se atreven a mirar.
Dentro, mas allá de la fina capa que se esconde bajo la piel, mas allá del alma y el corazón...en las entrañas.
Solo en circunstancias extremas descubrimos quienes somos y de que estamos hechos.
Como el barro, te deshaces... te reconstruyes, te astillas... te agrietas y con tus propias manos te pules,
y refinas lo que la vida ha moldeado...

Circulo cerrado

Aráñame, muérdeme como si fuera la manzana de tu paraíso.

Clava tus dedos en mi espalda, apoya tu cabeza sobre mi regazo para ver la tele o cierra el libro y hazme el amor, que todavía no me duele la cabeza.

Víveme hasta el hastío de no soportarme, porque yo seré la rutina que tu habrás elegido.

Y luego cuando veas que el francotirador del tiempo va disparar... desgástame para dejar constancia, y vuélveme a inventar, una y otra vez...