Hoy vengo con la lengua llena de veneno, y en el
veneno el dardo, y en el dardo la palabra. Hoy vengo con el dedo levantado y un
cigarro en la mano... porque nací así en blanco y negro para que tú me pintes
si te atreves de colores... nací tres días después de lo previsto, nací rebelde
porque nací cuando me dio la gana, no cuando me lo dijeron. Así que yo voy
hablarte hoy, voy a enseñarte los pájaros que vuelan en mi cabeza, para que
vuelen en la tuya tres días después... o cuando a ti te de la gana.
Que no voy a sorprenderte, que no van a sonar arpas
cuando me veas.... que soy lo que ves, que soy de carne y hueso, que habrá días
en los que no te me apetezcas... y días en los que te coma a besos. Que soy la
princesa puta sacada del cuento, la renegada, la arpía si lo prefieres, la
promiscua que regala el cuerpo sin implicarse, si no vale la pena el corazón,
la que regala el corazón en contadas ocasiones, la que te mata de frente, la
que no traiciona. La que no le tiene miedo a nada salvo a tener miedo.
La mujer fría y con temple, la huérfana de cuidados,
la que anda escarmentada...la que te hará el amor con los ojos abiertos para no
perderse detalle, la que violara tu alma sin tu consentimiento, la que invadirá
tu corazón sin tu permiso, la ladrona que sabrá hacerle el puente a tu corazón
para que arranque aún cuando tengas miedo de que te lo rompa... porque quizás
si... quizás vengo insolente a rompértelo, a quebrártelo, a despedazártelo... o
quizás vengo a envolvértelo entre algodones, a bordarlo con letras doradas en
las que escribiré que me importas... porque soy la cambiante.... la tierna
mujer de hielo que esconde un fuego que calienta y no quema...
Soy la que te atara a la cama sin ninguna cuerda, la
que te hará morder fresas de mi boca, la que dejara que la sometas a tu
ternura, porque puedo ser tu pecado y el perdón del cielo en una sonrisa...
carácter, torbellino, caballo desbocado que solo puede domarse con susurros,
sin estribas y sin sillas. Soy la que da sin pedir, la que se va cuando esta
cansada, la que no reprocha, la asidua a las copas de tus ojos, la que se
emborracha con tu mirada, la que te enseñara lo peor para que no pierdas el
tiempo.
La que cuando te encuentra te regala el corazón sin
que tan sólo hayas demostrado merecerlo, la nudista urbana de sentimientos...
porque cuando la princesa puta del cuento decide quedarse, se queda y no se
marcha y no necesita castillos de piedra ni corona para coronarte, ni riquezas
para enriquecerte, ni alimento para alimentarte.
La arpía que amara con la intensidad de las arpías
disfrazadas. La manzana mordida, saboreada a la que abandonaron sobre el
manzano antes de comerse la parte más dulce del fruto, el corazón…
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