Entre adoquín y adoquín,
en el leve intervalo que dejan los besos
cuando son de verdad,
en el suspiro errante del no conocer fronteras,
en el conocerse en los pasos,
de la mota de polvo de un segundo
nació mi futuro,
pausadamente,
acariciándome el pasado,
tejiéndome el presente,
caricias a cambio de aroma,
una despedida con arrugas,
sabia,
un susurro con manos brillantes,
que tengas suerte,
payo de ojos cansados,
que tengas suerte.
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