12 julio 2012

Por tu ventana abierta


La ciudad ya esta dormida... la noche dibuja la silueta de edificios apagados... tan sólo alguna ventana iluminada y alguna estrella que brilla... no tardará mucho en pasar el camión de la basura, me dan ganas de bajar en plena noche, arrojar al cubo todo lo inservible, todo lo que ya no necesito y reciclarme... pero me da pereza y enciendo un nuevo cigarrillo a pesar de que no tengo ganas de fumar... pienso en algún lugar que este abierto, me gustaría verte ahora... que fuera tan simple como cruzar la calle y verte ahí, y es cierto que te veo pero cuando voy alcanzarte siempre doblas la esquina y acabo persiguiendo a cualquier desconocido, cierro los ojos...
Alzo las manos al cielo y giro, hago piruetas juego a esquivar estrellas y me columpio en la luna blanca, no sin antes darte las buenas noches, las que no te dado nunca...
Vuelo, veo cada calle disfrutando de una ciudad que a pesar de no ser la mía también esta dormida... Llego a tu casa,tu ventana está abierta, entro y camino de puntillas como si alguien pudiera oírme... me acerco hasta ti... estas dormido, en la mesa hay un par de libros abiertos, en una silla hay una camiseta mal doblada... me muevo entre las sombras de tu habitación, paso los dedos por las estanterías como si una vez hubiera estado allí, como si el olor de la madera pudiera traerme recuerdos que no existen... nunca me había fijado en lo fácil que puede ser verte cuando tengo los ojos cerrados, me acerco hasta a ti, curiosa , como una niña traviesa me asomo a las ventanas de tus ojos, están cerrados y en mi boca se dibuja una picara sonrisa, decido jugar un poco a esconderme y me meto justo en la línea que separa la sabana de tu cuerpo, y entonces respiro como quien respira cuando le falta el aire... inhalo el aroma que te envuelve, el olor a ti, como si ese olor hubiera estado siempre en mi nariz, me revuelvo cómoda y melosa, rápida como un felino hasta llegar a tus rodillas, jugueteo con tus hombros y resbalo como una gota de agua por tu cuello, para encontrarme de nuevo merodeando como el ladrón de guante blanco sobre tu pecho...tierras áridas, me siento como la entrañable forastera en tierras olvidadas, oigo los latidos descompasados como si hubieran olvidado cual es el ritmo del corazón...
Me pierdo ligera para encontrarme de nuevo en la comisura de tus labios, siento tu aliento en mi cuello y me acerco a decirte algo... con mi voz áspera y con toda la dulzura que encontré en mi alma te susurro que a veces crecen flores en el desierto, y que hay noches de verano en tardes de invierno... y me alejo dejando una bocanada de aire que llenará tu boca de sonrisas sin motivo por la mañana.
Cierro la puerta tras de mi, abro los ojos y reconozco mi habitación, me acomodo, esta noche tengo los pies menos fríos y el camión de la basura ya ha terminado su ruta, la ciudad amanece y yo me quedo dormida...

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