Hay días para todo y hoy es un día gris, me hubiera gustado llamar a alguien en lugar de estar aquí sentada, a treinta grados, tirándole piedras a una lata, pero a estas horas de la madrugada la gente duerme... es lo que tienen los días grises.
Así que escupo sobre las hojas en blanco un montón de letras, algunas lágrimas, aunque no muchas, las justas para oírme y tocarme a mi misma mi propio orgullo, para sentirme ridícula, y así remontar, es lo que tengo, me hundo y remonto con la misma facilidad.
Cuando cesa la impotencia, vomito un montón de sentimientos, como si tuviera el alma borracha. Mucho mejor... ahora un grito AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!, y un suspiro.
Es como tener un agujero en el alma, da igual cuanto trates de llenarla, se escapa por los dedos, como cuando intentas retener el agua en tus manos, e intentar coser el agujero en lugar de llenarlo pero... no encuentro dónde está el roto exactamente, o quizás el roto va cambiando y así voy cada día, probando, dando pequeñas puntadas.
Cuando despierte saldrá el sol (nunca falla) y posiblemente tenga un parche mal cosido en el alma.
09 julio 2012
Un día Gris...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.