Sin duda he aprendido a morir sin tener que matarme, para poder sentirme viva de
nuevo, como quien da de nuevo una bocanada de aire, como si yo misma fuera la
bomba hidráulica de mi alma, que renueva la sangre que bombea, sin que se
estanque ni se enturbie.
Eso.. eso no me asusta.
Miro a mi alrededor y veo que la gente tiene miedo a
querer... yo en cambio a querer a alguien no le tengo miedo, a lo que le tengo
miedo es a no saber dejarme querer.
Dejarme querer es una de esas cosas que una tiene en
esa libreta cuadriculada donde se anotan las tareas pendientes... es algo que
aun no he aprendido... eso me da mas miedo que estar loca... tal vez porque me
he acostumbrado al trapecio, a vivir con el pie buscando el equilibrio en la
cuerda floja....
Tener los dos pies en el suelo es lo que mas deseo y
lo que mas me aterra... tengo miedo de volverme un marinero... de esos que a
fuerza de navegar solo se marean cuando están en tierra y dejan de sentir ese tambaleo...
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