Te miro desde lejos, aunque no demasiado, lo justo
para que aún no estando notes que estoy ahí.
Te observo, te repaso, te odio, pero que ganas tengo
de besarte ahora...el no tener la libertad de poder hacerlo cuando quiera aún
te hace más deseable, como te detesto.
Yo no voy y tú no te acercas por si acaso, sabes que
me desenvuelvo mejor en las distancias cortas. De vez en cuando los ojos
sortean el camino, superan obstáculos hasta llegar a ti, hasta llegar a mi, nos
perdemos en el absurdo de la ausencia controlada, tu eres el ratón y yo el
gato, aunque a veces me canso y me vuelvo ratón también.
Vete, pero bésame ahora… Vete te digo mientras mi boca
se entreabre a la tuya, y es entonces cuando empieza un nuevo juego estúpido…
ese que nos tanto gusta, ese al que seguimos jugando… me miras, te miro... vuelta a
empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.